MATANDO LA MEMORIA
A menudo aceptamos la falta de memoria y la confusión mental como parte normal del envejecimiento. Pero estamos equivocados. La pérdida de memoria a medida que uno envejece de ningún modo es algo que no se pueda evitar. Si tenemos dificultades para recordar las cosas, podríamos estar sufriendo el efecto secundario de alguno de los medicamentos que tomamos. Las benzodiacepinas o los comúnmente llamados ansiolíticos como el diazepam (Valium), tienen un efecto sedante. A veces se recurre a ellos para tratar el insomnio y la ansiedad que pueden acompañar a la depresión, e incluso trastornos como la agitación, el delirio, los espasmos musculares, y para prevenir convulsiones. Este tipo de medicación disminuye la actividad en partes clave del cerebro, como aquellas involucradas en la transferencia de acontecimientos de la memoria de corto a largo plazo. Son utilizados en anestesia por este mismo motivo. Cuando se agregan en el cóctel de medicamentos del anestesiólogo, los paci